No Permitas...
No permitas jamás que alguien
venga a ti y se aleje sin
ser mejor y más feliz.
Conviértete en la expresión
de la bondad de Dios,
bondad sobre tu rostro,
bondad en tu sonrisa
y en tu saludo.
Ofrece a los niños, a los pobres,
a los que sufren,
una sonrisa de gozo.
Dales no sólo tus cuidados sino
también tu corazón.
M. Teresa de Calcuta.